Un pueblito encantador: Aguas Calientes

Es muy común que en un itinerario tan rico y variado, en un país como Perú, que posee en su totalidad esas características, haya localidades o paseos que pasen desapercibidos. En nuestra salida grupal que abarca las maravillas del imperio Inca, Aguas Calientes es uno de esos puntos que nos gustaría destacar, porque tal vez quede atascado entre las bellezas del Valle Sagrado y la gran estrella del itinerario, que es Machu Picchu. Es muy común también que la gente utilice el punto de partida de Aguas Calientes para volver otro día más a la ciudadela de Machu Picchu, o incluso a la otra montaña, la Huayna Picchu. Importante es tener en cuenta que de volver a Machu Picchu se debe abonar el ingreso nuevamente, ya que es válido para una entrada única. En tanto Huayna Picchu, como para ubicarse, es la montaña que se ve como ‘escenario de fondo’ en la típica foto panorámica de Machu Picchu. Huayna es una opción que incluye varios tramos con peldaños de escaleras talladas en la propia roca, y otros tramos sin escalones. El ascenso demora entre unos 45 a 60 minutos dependiendo de la condición física y el ritmo de la persona, ya que la altura llega aproximadamente a los 2700 metros, lo que para algunos puede ser exigido.

Aguas Calientes es un lugar donde relajarse, donde disfrutar de un hermoso pueblito soñado con aguas termales. Su combinación de naturaleza con historia, y sus baños termales se convierten cada vez más en un punto de partida y no de paso, como fue hasta no hace mucho tiempo. Su nombre formal es Machu Picchu pueblo y su antigüedad suena rara para estas latitudes, ya que fue construida en el siglo XV justo sobre la elevación rocosa que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu. Una de las características es que posee una sola calle principal, empinada pero muy linda de recorrer, además llena de bares, lugares donde comer de todo tipo, cafeterías, comercios de souvenirs y tiendas; el ambiente del pueblo es súper relajado pero a la vez interesante, porque se puede convivir con gente literalmente de todas partes del mundo. En la calle principal, en los barcitos, todo es amigable, económico y se respira la paz, e incluso la expectativa por lo que se conocerá al otro día, y el entorno natural es maravilloso. El clima la localidad es cálido y entre noviembre y marzo es la época de lluvias.

Posee una gran variedad de oferta de alojamiento, desde posadas de precios módicos hasta hoteles montados en medio de un paisaje selvático que dejan sin aliento a más de uno.

Uno de los ‘hits’ de la ciudad son los baños termales. Piscinas de placenteros baños de agua caliente que brota de la tierra, están disponibles para todo el que quiera usarlas con fines de relajación e incluso medicinales, a una temperatura promedio de 40 grados. Otra de las actividades en las que embarcarse en Aguas Calientes es el Putucusi Mountain, un camino de ascenso para quienes aceptan desafíos físicos, atravesando escalones de madera, cuerdas y pasajes en una pronunciada pendiente. La recompensa será obtener una vista diferente y original de la ciudadela de Machu Picchu. Menos exigente pero muy atractivo es conocer los Jardines de Mandor, una reserva ecológica ubicada a pocos kilómetros de la ciudad. Aquí se puede ver una enorme diversidad botánica, una cascada, un entorno muy bonito donde destinar unas horas, y de paso visitar el Museo Manuel Chávez Ballon, donde conocer más sobre Machu Picchu y los detalles de su descubrimiento.

Deja un comentario