Viajar por trabajo tiene sus beneficios, pero los regalos y los encargos pueden ser un verdadero dolor de cabeza. Es para estos problemas que existen hoy muy buenas soluciones.
Hay que comenzar por educar al entorno, que la familia y amigos (y amigos de amigos) entiendan que el tiempo es muy poco, que el ‘ya que vas’ no existe en este tipo de viaje, y no es por mala voluntad ni falta de sentimientos. Para un viajero corporativo es lo mismo estar en Hong Kong que en su ciudad de residencia, incluso peor, porque a las horas de trabajo se agregan cenas, almuerzos y compromisos que achican todavía más el tiempo ‘libre’ (que se termina reduciendo a las horas de sueño que se logre tener).
Hasta hace no mucho los encargos implicaban ir a los centros comerciales, utilizar la tarjeta de crédito propia y arriesgarse a comprar un artículo incorrecto, y ni hablar del tiempo que demandaba hacer todo eso. Hoy los encargos no se extinguieron, pero sí se fueron multiplicando las soluciones a este problema. Ahora la consigna es: “¿Querés encargarme algo? Compralo y mandámelo al hotel, y yo te lo traigo”. Esta consigna funciona incluso para las compras propias y las familiares, o simplemente no perderse de las liquidaciones (comprarlo antes y mandárselo a uno mismo al hotel). Ya son muchos los que están acostumbrados a hacerlo, pero para los que se inician en el ‘arte’ de la compra online aquí van algunos consejos que aportan a la seguridad y al éxito.
1. Tener toda la información necesaria al momento de hacer la compra.
Es muy molesto empezar el proceso y tener que frenarse por algún dato que nos falta. A mano debe estar la tarjeta de crédito que se utilizará (o directamente hacerse una membresía de PayPal); la dirección exacta de envío del artículo y la factura, y a nombre de quién (y si es un hotel, su nombre completo). Estar seguros de si tiene envío gratis (free shipping) al lugar donde lo enviemos, o de lo contrario, cuál es el costo. Y fundamental, el tiempo de demora entre la compra y la llegada al lugar donde lo enviemos, sobre todo cuando la persona se aloje en períodos cortos, que es lo que suele suceder en viajes de negocios. En este punto siempre hay que tener en cuenta que hoy son varias las empresas en Uruguay que se dedican a traer las compras del exterior; son de gran ayuda y, si bien la llegada del artículo a la casa de uno tiene un costo, es una manera segura y cómoda.
2. Devoluciones.
No todo está perdido cuando uno compra por internet y no es lo que uno quería, o tiene algún problema de funcionamiento. Hoy son muchas las empresas que cuentan con políticas de devolución, tanto de cambio del artículo como reembolso del dinero. Es importante saberlo de antemano, y los sitios que funcionan bien, tienen sus políticas muy claras y visibles.
3. La seguridad.
Siempre se debe utilizar una red de conexión segura. Evitar las conexiones públicas para realizar compras con tarjeta de crédito (esta medida siempre hay que tenerla en cuenta para cualquier tipo de operación en la que se transmitan datos). No es recomendable entrar en los enlaces que aparecen en chats, en correos electrónicos o anuncios con ofertas ridículamente baratas; lo mejor es dejarlas pasar, porque el porcentaje de probabilidad de ‘phishing’ (engaños al usuario para obtener información confidencial) es alto en estos lugares. Tener en cuenta que ‘información confidencial’ no es un concepto ajeno, de espionaje, es mucho más ‘terrenal’, como nuestros datos de la tarjeta de crédito. A propósito, es importante estar atentos a las compras que vienen registradas en nuestros estados de cuenta de la tarjeta de crédito.
4. Más vale conocido.
Los sitios más conocidos para compra online deberían ser los que elijamos para aventurarnos a las compras. No es conveniente innovar en estas tareas, sobre todo cuando recién se empieza a comprar de esta manera.