Toledo es un municipio y ciudad de España, capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Se presenta a sí mismo como Patrimonio de la Humanidad “y de los sentidos”. Una de las experiencias que más se disfruta es contemplar una vista panorámica de la ciudad, como prólogo a recorrerla plenamente. Es una justa mezcla de historia con cultura y placer.

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La bienvenida a la ciudad la da la Plaza del Ayuntamiento, una de las más importantes y bellas de Toledo. Cada año, millones de turistas la eligen para descansar y compartir momentos inolvidables. Es el corazón donde late la ciudad, y reúne espectáculos, festivales y pequeños mercados. Entre otros, se destaca el Festival de Jazz, uno de los más importantes de la región.

Vista de la ciudad de Toledo

Alrededor de la Plaza se ubica el edificio del Ayuntamiento, una construcción histórica que se empezó a levantar en 1575. Se destaca su fachada principal levantada sobre un extenso zócalo de sillares almohadillados, en cuya longitud se abren nueve arcos de medio punto. La planta superior se completa con nueve huecos de forma cuadrada. Y sigue con dos torres con chapiteles barrocos de pizarra y un frontón triangular que ostenta el emblema de la ciudad.

La perfecta simetría del edificio y el empleo de columnas toscanas evocan el clasicismo italiano.

Muy cerca de allí, se encuentra el reformado y actualizado Palacio de Justicia, además de la Catedral Primada (o catedral de Santa María), que es un milenario templo católico de arquitectura gótica.

Es considerado por algunos como el opus magnum​ de este estilo en España. Comenzó a construirse en 1227 sobre los cimientos de la Catedral visigoda del siglo VI. Su torre es visitable y desde allí se contempla toda la ciudad. Tiene 90 metros de altura y fue terminada con el último cuerpo octogonal.

Órgano en una catedral de Toledo

El Bario Judío, por su parte, se caracteriza por sus calles de laberinto y sus veredas empinadas. Deben visitarse el Puente medieval de San Martín o la Puerta del Cambrón. O llegar a la iglesia de Santo Tomé (o de Santo Tomás Apóstol ), ubicada en el centro histórico de la ciudad. Fue fundada después de la reconquista impulsada por el rey Alfonso VI de León.

Construida sobre el solar de una antigua mezquita del siglo XI, es parada obligatoria para admirar El entierro del Conde Orgaz, un óleo sobre lienzo de 4,80 por 3,60 metros que recoge en forma cautivante todas las virtudes de la genial mente del Greco.

El entierro del Conde Orgaz, de El Greco
El entierro del Conde Orgaz, de El Greco

En la misma ruta, se debe visitar la Sinagoga de Santa María la Blanca (construida en el 1180 como sinagoga, funcionó como tal durante 211 años, hasta que fue expropiada y transformada en iglesia), el Monasterio de San Juan de los Reyes (perteneciente a la Orden Franciscana, fue construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla con la intención de convertirlo en mausoleo real) y La Mezquita (Cristo de la Luz), en el barrio de San Martín, que de las diez mezquitas que llegó a tener la ciudad, es la mejor conservada.

Ningún visitante debería irse de Toledo sin pasar por sus legendarios baños árabes, que proporcionan placer, descanso y relax. Se ofrecen piscinas de aguas templadas, frías o calientes, con baños turcos y té moruno. En algunos casos se puede agregar un masaje de 25 minutos para completar la cautivante y renovadora experiencia.