Nuestra próxima salida grupal gira en torno al sol. Inti Raymi es la celebración en honor al Inti (el padre sol), que realizaban los Incas cada solsticio de invierno. Este festival era el de mayor importancia e indicaba que se había llegado a la mitad del año; su duración era de 15 días y durante los mismos se realizaban bailes y sacrificios. Con la llegada de los conquistadores la festividad fue considerada una ceremonia pagana, por lo tanto fue prohibida; los locales siguieron con su celebración solo que de forma clandestina. Ya en el siglo XX, y de acuerdo a los relatos del Inti Raymi realizados por el Inca Garcilaso de la Vega (apodo del escritor y cronista peruano de ascendencia española conocido como ‘el primer mestizo de América’) en el siglo XVI y XVII, se realizó una reconstrucción histórica de la ceremonia y se transformó en un evento público y atracción turística.

Este domingo 24 de junio, y luego de haber iniciado el viaje en Lima, y recorrido parte de Cuzco, podremos presenciar este ritual, como lo hacían los incas, paso a paso, y embriagarse de la energía que surge de este ritual ancestral.

No solo la ceremonia es atractiva y significativa, sino que el lugar donde se celebra ya tiene un gran encanto: la fortaleza de Sacsayhuamán. A solo dos kilómetros de la ciudad de Cusco, este lugar de ritos protegido por paredes formadas de piedras enormes y colocadas una sobre otra con una perfección imposible (sobre todo porque fue realizada en el siglo XV), tiene una energía muy particular, además de su belleza y del paisaje en medio del cual está instalada. Es mucho más lo que se quisiera conocer sobre la técnica de transporte y colocación de las gigantes piedras, pero esa información se perdió con el aniquilamiento de la clase dirigente inca. Sacsayhuamán se encuentra a 3700 metros de altura, la extensión es enorme y el paisaje verde, y se puede estar muy cerca de las llamas, incluso sacarse una foto.

La ceremonia del Inti Raymi consiste en pedirle al Sol que se vuelva a acercar a la Tierra. Esta celebración también coincide con la época de cosecha y el término de un ciclo agrícola andino. En la latitud que se ubica Perú, en junio se da el solsticio de invierno, el frío aumenta, el sol se aleja. La ceremonia se realizaba justamente para pedirle al sol que volviera. Los habitantes de Cusco realizan hoy la ceremonia con el mismo orgullo y emoción que lo hicieron sus ancestros. De hecho los cusqueños se preparan muchos días antes del 24 de junio, lo que implica que la celebración comienza con anterioridad y culmina el día 24 de junio.

Los delegados desfilan con vestimentas típicas, encolumnados. Luego aparece la figura del Inca, el soberano, que es transportado sobre una litera otrora de oro y plata, acompañado de su séquito. Otros dos escenarios se utilizan para la ceremonia, además de Sacsayhuamán; uno es Qoricancha, el principal templo de Cusco dedicado al sol; o en la Plaza de armas, epicentro de la ciudad.