Todos los países tienen sus particularidades, con algunos estamos más familiarizados, con otros menos. Cuando se trata de Medio Oriente o de las zonas más ‘exóticas’ para nosotros los de occidente sur, siempre es bueno empaparse de costumbres, leyes y/o usos culturales y sociales, previo al viaje. Aquí van algunos datos a tener en cuenta antes de viajar a Irán.

Código de vestimenta

Uno de las preguntas más frecuentes, sobre todo en mujeres que viajan a Irán, es ‘qué me pongo’. El velo, que es lo más notorio y diferente a las costumbres occidentales, debe colocarse en la cabeza desde que el avión pisa suelo iraní, por lo tanto hay que tener la precaución de llevarlo en el equipaje de mano. No es necesario usarlo de una manera determinada, con que tape el cabello de la mitad de la cabeza hacia atrás es suficiente, y darle una o dos vueltas al cuello, por lo que debe ser un pañuelo de mediano a grande. Respecto al resto de la vestimenta lo ideal es usar pantalón, y en la parte superior algo que tape al menos hasta el codo, y en las piernas hasta la mitad del muslo, y no usar escotes ni prendas muy ajustadas. Si se viaja a alguna ciudad sagrada como Qom hay que cuidar más la porción de cabello que se vea (mínima, y si se entra a una mezquita no se puede ver en absoluto), y siempre es conveniente vestirse de manera muy discreta y colores oscuros. En las mezquitas donde se debe ingresar con chador (tela que tapa todo menos la cara), ellos lo proveen.

Cómo saludar

Entrar en un lugar y dar un beso no es una opción. Un hombre no besa, ni palmea, ni abraza, ni da la mano a una mujer. A la vez, una mujer, a un hombre le dice “Salam” y con eso basta. Como turista, para resumir, de hombre a hombre se dan la mano, y las mujeres siempre “Salam” a todo el mundo.

El arte de la amabilidad

El tarof es una práctica cultural iraní interesante de experimentar, y si a uno lo agarra desprevenido, sin saber, no va a entender nada. Por ejemplo, si uno va a una tienda a comprar algo, la cortesía iraní se manifiesta en que el vendedor diga “no es nada”; no quiere decir que le estén regalando el artículo, es cortesía para que uno insista una o dos veces hasta que el vendedor diga el precio. O por ejemplo, si a uno le ofrecen comida, la primera vez la rechaza, y la persona seguirá ofreciendo, y a la segunda uno acepta. Es casi como un juego, pero es bueno estar al tanto para que fluya.

La moneda y la costumbre

La moneda oficial es el rial, pero los iraníes le hablan a uno de tomanes. El tomán es el predecesor del rial, y uno tiene que pensar en multiplicar por 10 lo que le piden en tomanes para pasar a riales.

Mucha juventud

Es gratificante ver la cantidad de jóvenes que circulan por las calles iraníes. Tal vez uno pueda pensar en una población envejecida, en un país donde hay una gran migración hacia fuera por razones políticas y económicas, sin embargo más del 60% de los iraníes tienen una edad menor a 30 años.

Los iraníes no son árabes

Los iraníes son, en su mayoría, persas. La realidad es que en todo el territorio hay un gran crisol de etnias y orígenes, como kurdos, azeríes, turkmenos y muchos más, y también hay árabes, pero son una minoría. El idioma que se habla en Irán es el farsi.

Leer antes de ir

Un autor que recomendamos para introducirnos a Irán, sobre todo el momento histórico del paso del reinado del Sha a la Revolución Islámica, es Kader Abdolah. De manera sencilla, armoniosa y amena, tanto en “El Reflejo de las Palabras” como en “La Casa de la Mezquita”, el autor cuenta historias familiares, en el contexto de grandes acontecimientos históricos. También es importante obtener información básica sobre quiénes fueron y son los líderes religiosos; quién fue Khomeini y cómo condujo la revolución islámica, y quién es Khamenei, su sucesor hasta el día de hoy.