Cuando decimos “Escandinavia”, o nos referimos a los países nórdicos, siempre hay un halo de misterio que los circunda. Tal vez por la lejanía respecto a nuestra ubicación, o como muchos dicen por la “frialdad” que transmiten, estos países no sean aún de los más visitados; sin embargo son sobrados los motivos que hay para conocerlos, su estilo de vida, su modernidad, su idiosincrasia. Nuestra próxima salida grupal “Maravillosa Escandinavia” nos llevará por paisajes de ensueño, por lugares que nunca imaginamos, rincones del planeta únicos en una oportunidad imperdible.

Cuando se trata de verano y la gente que la habita, de frío nada en Copenhague. La capital de Dinamarca es una hermosa perlita que espera a los turistas para brindarles lo mejor de sí, de una manera cálida y amigable. Aquí la clave es andar en bicicleta, con total preferencia, en una ciclovía de más de 400 kilómetros. En esta ciudad el disfrute de la vida cercana a la naturaleza, mezclada con el diseño, el arte y la gastronomía, son grandes atractivos.


El City Center de Copenhague es el lugar donde se encuentra la mayor cantidad de atracciones, como la National Gallery, el Christiansborg Palace (donde está instalado el Parlamento y la Suprema Corte de Justicia); o el Rosenborg Castle, que alberga las joyas de la corona. Además es el lugar más comercial, de gran movimiento, y cercano a Stroget, la calle peatonal de compras de Copenhague que discurre entre la Plaza del Ayuntamiento y la de Kongens Nytorv.

Norrebro es un barrio multicultural y artístico. Ravnsborggade es la calle de los negocios vintage y la ropa de ‘second hand’. Aquí se encuentra el Cementerio Assistens, donde están, entre otros, los restos de Hans Christien Andersen. Nyhavn es el famoso barrio marítimo de las casitas de colores, uno de los más fotografiados, verdadera postal tipica de Copenhague.

En Copenhague fueron varios los barrios que transitaron su proceso de gentrificación, y son ideales para visitar y disfrutar, tanto de sus comercios como de sus diferentes propuestas, ya sea comerciales, gastronómicas como cafeterías, bares y demás. Christianshavn es un ex barrio obrero, hoy distrito de moda, donde se encuentra el Copenhaguen Opera House, y restaurantes que hoy están despuntando en la escena gastronómica mundial.

Frederiksberg es la zona de las tiendas de lujo y los restaurantes sofisticados. Una de las zonas ‘hipster’ es Vesterbro: restaurantes orgánicos, galerías de arte, bares y cafeterías, todo en clave diseño. Kodbyen, dentro del propio Vesterbro, es otra de las zonas de moda, recicladas de su pasado industrial, y hoy convertidas en polos de atracción turística y local.

Imperdibles

Ny Carlsberg Glyptothek

Museo inaugurado en 1906 que reune la colección de arte moderno y antiguo donada a finales del Siglo XIX por el magnate de la cerveza Carlsberg: Carl Jacobsen.

Frederiksberg Gardens: Un parque hermoso para mezclarse con los locales en un picnic veraniego.

Torvenhallern: Un mercado espectacular de productos orgánicos que vale le pena conocer.

Christiania: El distrito “fuera de Europa”, fue tomado y ocupado en los setentas; es un Estado dentro de otro y por ende posee sus propias leyes. Uno de sus rasgos más llamativos es el arte callejero, su estilo de vida hippie y su libertad para la venta y consumo de ‘drogas blandas’.

Los Jardines del Tívoli: Uno de los parques de diversiones ‘vintage’ más espectaculares del mundo. Con 100 años de antigüedad, cuidados jardines, diversas atracciones, conciertos y espectáculos de luces. Un clásico.

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