Nuestra próxima salida grupal es ideal para quienes visitan Europa por primera vez; son los imprescindibles, la base perfecta para hacer un ‘reconocimiento de lugar’, y elegir los lugares favoritos a los que volver. Visitaremos siete países en un total de 20 días, y en el recorrido nos deslumbraremos constantemente con las maravillas históricas y arquitectónicas de cada una de las ciudades y pueblos a visitar. Una perla de las que transitaremos es Brujas, en Bélgica, una ciudad medieval pequeña y hermosa, como un set de filmación esperándonos para ser descubierta.
Ciudad Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, Brujas se encuentra a unos 90 kilómetros de Bruselas, la capital de Bélgica. El Grote Markt es la plaza principal, el centro de la vida de Brujas desde el siglo X. Su edificio más emblemático es la torre del campanario (Belfort), de 83 metros, construida en el siglo XIII, y si se suben los 366 escalones, se puede tener una vista maravillosa de la ciudad. Pero también hay mucho más para ver en cuanto a arquitectura y monumentos en esta plaza, la principal: aquí es el lugar donde visitar tiendas, restaurantes y donde todo el mundo se encuentra, tanto por el día como por la noche.
La Plaza Burg es el otro polo turístico de Brujas, donde se destacan el Ayuntamiento (Stadhuis), con su estilo gótico; y la Basílica de la Santa Sangre en la que, según la historia que cuentan, se guarda la sangre de Jesucristo traída en la época de las Cruzadas. Otro de los edificios de interés es el Brugse Vrije, donde se encontraban los Tribunales de Justicia (hoy se encuentran los archivos municipales), en el que se destaca su Salón Renacentista.
El Muelle del Rosario (Rozenhoedkaai) es la clásica foto romántica de Brujas, en uno de los canales principales (Brujas es una ciudad de canales, otra de las llamadas ‘Venecias del Norte’, paseo en barco imprescindible si se dispone de tiempo para hacerlo), donde los edificios se ven como si estuvieran flotando el agua, y con la torre del campanario al fondo formando una composición perfecta.
También si se dispone del tiempo para hacerlo, otro imperdible es el Groeningemuseum; es el museo de Bellas Artes de Brujas, y en él se exhiben 600 años de historia de grandes pintores flamencos como Jan Van Eyck. Otro de los edificios importantes, sobre todo porque su torre es la más alta de Brujas (y está catalogada como la segunda torre de ladrillos más alta del mundo), es la Iglesia de Nuestra Señora, en cuyo interior se encuentra la estatua de la “Virgen con el Niño”, de Miguel Ángel. Cerca se encuentra el Puente de San Bonifacio, otro de los lugares donde tomar hermosas fotos.
Begijnhof es una zona con una gran historia para visitar. Las ‘beguinas’ eran mujeres que llevaban una vida religiosa de ayuda a los carenciados. Este complejo de pequeñas casas blancas de entre los siglos XVI y XVIII, junto a una iglesia barroca y otra gótica, y una casa-museo fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.
En Brujas -y en Bélgica en general- se atribuyen la preparación de las mejores papas fritas del mundo, a tal punto que en Brujas se encuentra el Frietmuseum; y para completar, para los golosos está también el museo del Chocolate.
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